Después de haber pasado unos días en Ushuaia, ciudad también conocida como el fin del mundo, era hora de regresar a la ciudad de Buenos Aires. Nuevamente nuestro viaje de regreso sería en Aerolíneas Argentinas pero a diferencia del vuelo de ida, en esta oportunidad viajaríamos en uno de los nuevos Boeing 737 MAX 8 que recibió la aerolínea recientemente.
Para este vuelo fue asignado un B737 MAX de matrícula LV-GVD de seis años de antigüedad y que fue una de las aeronaves que estuvo estacionada un tiempo a la espera de la mejora del sistema MCAS el cual ocasionó accidentes en el mundo hace un par de años.
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Luego de un check-in y paso de seguridad rápido, hicimos el abordaje a la aeronave sin demoras y en un par de minutos, ya estábamos haciendo el backtrack por la única pista del aeropuerto internacional de Ushuaia para luego despegar por la cabecera 25 en medio de un fuerte viento.
Luego de hacer un giro de 180 grados, sobrevolamos parte del canal del Beagle para luego girar al norte y tomar rumbo hacia la ciudad de Buenos Aires.
El vuelo trascurrió con normalidad, sin turbulencias y sin novedad alguna. Luego de un poco más de dos horas y media ya estábamos haciendo la aproximación en medio de las nubes, al la cabecera de la pista 11 del aeropuerto internacional de Ezeiza, terminando así este viaje a la ciudad más austral del mundo.
Les dejamos las pocas fotos que sacamos de este vuelo:
Sin dudas, el Boeing 737 MAX 8 es una aeronave de última generación, asientos más amplios y sin dudas más silencioso que sus predecesores y por supuesto, esperamos volver a volar pronto en Aerolíneas Argentinas en alguno de sus destinos a nivel nacional o internacional.
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